Sistemas de almacenamiento: ¿cómo elegir el mejor para mi empresa?

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Los sistemas de almacenamiento son herramientas que nos permiten almacenar la información. Cualquier empresa que maneje importantes cantidades de datos, o que sencillamente necesite disponer de medidas de protección y salvaguardia de los mismos, ya no puede prescindir de soluciones de almacenamiento, sean de tipo local o en la red. En este artículo explicaremos las características de los principales sistemas de almacenamiento, para que podamos elegir el más adecuado para nuestro negocio.

¿Qué son los sistemas de almacenamiento?

Los sistemas de almacenamiento son la respuesta a las necesidades de las organizaciones modernas de almacenar grandes cantidades de información que en la mayoría de los casos es crítica para su negocio. Estos sistemas han evolucionado a lo largo del tiempo, tanto en capacidad como en complejidad, configurando distintas opciones y arquitecturas, que hacen uso de las oportunidades que ofrece la virtualización para dar servicio a múltiples usuarios.

Los sistemas de almacenamiento actuales, se componen de:

  • Hardware: es decir, discos duros y otras unidades físicas de almacenamiento.
  • Software: los controladores que gestionan el almacenamiento de los datos y los archivos.
  • Protocolos: al tratarse de sistemas de almacenamiento en red, son necesarios protocolos de transferencia de datos.

Principales sistemas de almacenamiento

Los tres principales sistemas de almacenamiento a disposición en el mercado son DAS, NAS y SAN, y su elección depende del nivel de prestaciones que necesitamos.

DAS, Direct Attached Storage

Un sistema DAS, o almacenamiento de conexión directa, como dice el mismo nombre, puede ser tan sencillo como un disco duro conectado de manera directa a nuestro ordenador. El disco puede ser conectado también a nuestro servidor, para que sea disponible para distintos usuarios. Finalmente es posible también conectar varios discos duros utilizando un sistema RAID para combinarlos en una sola unidad lógica.

Las ventajas principales de un sistema DAS, son:

  • Es el sistema de almacenamiento menos costoso.
  • Es muy rápido, al no ser conectado a través de una red.
  • De fácil instalación y configuración.

Por el contrario, un DAS:

  • Requiere una conexión hardware especial.
  • No es escalable, ya que la capacidad total de almacenamiento depende del espacio físico para alojar nuevos discos.
  • No tiene altas prestaciones y no ofrece funcionalidades complejas, como la replicabilidad y los snapshots, que podríamos necesitar.

NAS, Network Attached Storage

Un NAS, o almacenamiento conectado en red, consiste en un dispositivo conectado a  nuestra red y que puede ser accedido mediante credenciales por usuarios, tanto locales como externos, ubicados en cualquier lugar del mundo. Un NAS es equivalente a una nube privada, y además puede ofrecen un amplio abanico de funcionalidades, desde copias de seguridad, hasta funciones avanzadas como thin provisioning, replicación y snapshots.

Un Clustered NAS consiste en distintos servidores compartiendo los mismos volúmenes, lo que  permite un mejor reparto de carga de trabajo.

A favor de la elegir un NAS, encontramos:

  • Se puede compartir entre múltiples usuarios.
  • Es altamente escalable, en términos de capacidad y prestaciones.
  • Ofrece thin provisioning, que permite limitar la cantidad de almacenamiento disponible para cada host virtual.
  • Permite snapshots, para realizar copias de respaldo o clonar imágenes de maquinas virtuales.
  • Abstrae la gestión del almacenamiento desde el servidor.
  • Sencillo de usar.

Entre las desventajas, mencionamos:

  • El coste, aunque en el mercado se puede encontrar NAS de distintos alcance que se adaptan a todo tipo de presupuesto.
  • Se conecta desde una red, lo que puede influir en las prestaciones dependiendo de la congestión.
  • Necesita una dirección IP y ocupa espacio en la red.

SAN, Storage Area Network

Un SAN, o red de área de almacenamiento, es un sistema de almacenamiento en red complejo, típicamente usado en centros de datos, en organizaciones empresariales de gran escala, o entornos informáticos virtuales. Los SAN están conectados a redes de alta velocidad, mediante tecnología de Canal de Fibra y pueden estar repartidos en distintas ubicaciones geográficas, viéndose como un único espacio de almacenamiento global. Un SAN ofrece gran escalabilidad, al poder ampliar su capacidad de forma dinámica. Los sistemas de almacenamiento de tipo SAN son los utilizados por los proveedores de servicios de almacenamiento Cloud.

Un SAN tiene muchas de las ventajas de un NAS, entre las cuales la posibilidad de compartición y la alta escalabilidad, combinadas con una elevada velocidad comparable con la de un DAS. Además:

  • Proporciona replicación síncrona, un requerimiento esencial para una estrategia de recuperación de desastres.
  • Ofrece una alta resiliencia, implementando la virtualización del servidor.

También en este caso, la principal desventaja es representada por el coste, debido al uso del Canal de Fibra, y a su complejidad, a la hora de planificar la correcta configuración de red. Además:

  • Requiere muchas direcciones IP estáticas.
  • El cableado físico puede influir en el rendimiento.
  • El rendimiento puede ser afectados por los demás usuarios.

Una solución interesante es el SAN IP, una versión menos compleja y más fácil de administrar de un SAN, ya que, al utilizar el protocolo IP, no requiere un hardware especial, y puede usar hardware básico de red Ethernet.

Los mejores sistemas de almacenamiento

En primer lugar, hay que tener claro que no existe un sistema de almacenamiento que sea mejor de los demás en términos absolutos. Nuestra elección entre DAS, NAS o SAN dependerá de los requerimientos de nuestra empresa o de nuestro proyecto, lo que incluye:

  • El presupuesto que tenemos a disposición.
  • Las necesidades de escalabilidad futura, en términos de cantidad de datos.
  • La confiabilidad, es decir, el nivel de dependencia de nuestro negocio de los datos.
  • Las necesidades de copias de seguridad.
  • El rendimiento, es decir, el número de clientes que necesitan conectarse, si será de forma remota o interna y con qué frecuencia.
  • Finalmente, tendremos que tener en cuenta si disponemos de personal técnico para administrar estos sistemas.

Teniendo en cuenta todos estos factores, es posible guiarnos en nuestra elección de forma sencilla:

  • Si nuestro presupuesto es limitado, no disponemos de recursos TI y solamente necesitamos un almacenamiento local y sin grandes requerimientos de escalabilidad, nuestro elección recaerá sobre un DAS.
  • Si necesitamos manejar grandes cantidades de datos, tanto en local como en remoto, con una solución que aporte tanto flexibilidad y sea fácil de mantener, nos beneficiaremos de un sistema NAS. Además, los dispositivos NAS funcionan bien como servidores de archivos,
  • En cambio, si necesitamos una solución de alto rendimiento, que de soporte a aplicaciones complejas de misión crítica o entornos virtuales a gran escala, y que precise de frecuentes tareas de protección de datos, nuestra elección será un SAN. Un SAN funciona mejor para aplicaciones como bases de datos. Un SAN ofrece la velocidad de acceso directo del DAS con la flexibilidad y la fiabilidad del NAS.

Gestión del almacenamiento

En realidad, la elección entre los distintos tipos de sistemas de almacenamiento es solamente el primer paso de un proceso más amplio, lo que se conoce como gestión del almacenamiento. A través de este proceso, nos ocuparemos de que el uso de los sistemas de almacenamiento sea optimizado y que haya suficiente protección de la integridad de datos, de forma transparente con respecto a la solución elegida para su almacenamiento. Un proceso de gestión del almacenamiento incluye la toma de decisiones que afectan a 4 requerimientos principales:

  • Capacidad: la elección del sistema de almacenamiento en función de nuestras necesidades, a corto, medio y largo plazo.  
  • Rendimiento: la optimización de todos los recursos y dispositivos de nuestra infraestructura con el objetivo de obtener la mejor configuración que maximice el rendimiento.
  • Fiabilidad: cuidar de que los dispositivos, y los datos almacenados, sean siempre disponibles y resistentes a los fallos físicos, lo que se consigue implementando la configuración RAID.
  • Recuperabilidad: implementar una estrategia de recuperación de datos borrados o dañados mediante las distintas opciones de copias de respaldo.

Retos de los sistemas de almacenamiento

Finalmente, los sistemas de almacenamiento son unas herramienta en constante evolución y que plantean una serie de retos tanto tecnológicos, como legales. Entre ellos encontramos:

  • El crecimiento exponencial de datos: el auge del Big Data, y la proliferación de dispositivos inteligentes conectados (IoT), implican que las empresas necesitarán almacenar estos datos, si quieren luego analizarlo y extraer inteligencia.
  • La seguridad: el aumento a escala mundial de los ataques cibernéticos dirigidos a comprometer o a robar datos e información, obliga a tomar medidas para reducir las vulnerabilidades de los sistemas informáticos y de almacenamiento.
  • El cumplimiento normativo: las nuevas regulaciones en materia de protección de datos personales están introduciendo importantes obligaciones en los procesos de almacenamiento y tratamientos de datos y que influyen directamente en la elección de la ubicación de datos y sobre medidas como el cifrado.

Conclusión

Hoy en día, casi todas las empresas tienen necesidades de almacenamiento, además de estrictos requerimientos en términos de velocidad, fiabilidad o recuperabilidad. En este artículo hemos visto como elegir los mejores sistemas de almacenamiento para nuestra empresa, y además como esta elección tiene que enmarcarse en una estrategia de gestión integral del almacenamiento.

Y tus ¿cómo almacenas tus datos?

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